martes, 23 de octubre de 2007

NOMADAS

Avocado a una reflexión sobre la migración de nuestros pueblos tercermundistas hacia "mejores" horizontes en el primer mundo; me encuentro con una realidad, mi realidad terca y obstinada de no entender razones para salir de mi país.

Cuando leo, veo y escucho la cruda realidad de mi país (asesinatos, robos, secuestros, y todo el sinfín de desgracias) a mi como a cualquier ser humano me dan ganas de escapar, es un acto reflejo, una herencia animal de físico instinto de conservación, pero se antepone un amor inconmensurable a mi pedazo de tierra, a esta tierrita donde mi antepasados murieron buscando una mejor vida para mi...y si me voy? los defraudaría?

Yo se que la respuesta obvia es que puedo querer a mi país desde la conchinchina, que el amor es un sentimiento etéreo y transmutante, pero el amor es terco y no entiende razones (eso sonó como canción) y mi razón es esta, yo quiero que mis hijos nazcan y que vivan en este país, que tengan lo que yo tengo, que amen a este país estando en el, así este país niegue oportunidades, así te mate si hablas mas de la cuenta, así este país desde siempre haya estado dirigido por las mafias cualquiera que ellas sean.

Mi Colombia tiene algo que no puedo encontrar en otra parte y eso es tanto colombiano junto que a la vez es su mayor atractivo y su mayor desgracia.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Cuando Los sueños se hacen realidad

Dentro de cada uno de nosotros cohabita con nuestra realidad diaria un alter-ego que siempre ha querido cantar, pintar, escribir (o un poco de todo como en mi caso), lastimosamente la (de)formación que recibimos nos acalla las voces internas y terminamos por el camino de la cotidianidad y “el trabajo duro y esforzado que tarde que temprano dará sus frutos otorgándonos una calidad de vida agradable para nosotros y nuestra descendencia.”



Este señor paul pots es simplemente un vendedor de celulares que se presento a un reality, dizque a cantar, sin cara de tenor famoso, sin diseño de sonrisa del Doc. Marlon, con un sobrepeso inocultable, y cargando el menosprecio venidero del prejuzgamiento que hace sonreír, a jurados, publico y televidentes aleccionados.

Pero cuando Dios lo deja mostrar su talento, no se puede mas que aguantar las lagrimas, que cosa tan emocionante, que voz…..

Gracias a Dios y a la vida porque todavía existen cosas que nos sorprendan, y gracias a Paul (aunque nunca las reciba) por querer demostrarnos que los talentos existen en cada cuadra, en cada barrio, en cada ciudad de cada pais.

Solo me queda desear que en Colombia los miles de pauls se muestren, yo se que mi país existen escritores, pintores, cantantes, y gente dedicada a todas las expresiones artísticas, gente con muchísimo talento que no han tenido la oportunidad porque es siempre será mas rentable una planta de producción, un puerto, una via, que un conservatorio, o una biblioteca, pero debemos confiar que esa oportunidad vendrá y que la generación de cultura será la apuesta a futuro de nuestros gobernantes.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Escribir

Mucha veces dicen por ahí que lo urgente nos distancia de lo importante, para mi es importante escribir; yo le decía a beatri que el escribir era una catarsis necesaria y que cuando escribía para mi, no para que alguien me leyera, puesto que mi fin ultimo en las letras es plasmar un pensamiento personal que el fin de cuentas es del autor y de nadie mas.

He querido muchas veces dejar de lado tanto trabajo numérico, tanta obra, tantas preocupaciones banales por dinero ajeno, y escribir, escribir aunque fuera media pagina y dejar en un papel lo que opino de algún tema especifico, pero veces la educación y la “responsabilidad”, me atajan y prefiero ponerme a trabajar, o su antónimo perfecto dormir, por eso este blog es un poco lento en sus actualizaciones y por esto careceré de fieles y asiduos lectores.

Espero sobreponerme a mi pereza dialéctica y actualizar mis pensamientos inconexos escritos porque me siento un poco atorado de opiniones y comentarios y esta terapia exorcizante me ayuda a sobrellevar mi cabeza un poco loca.

jueves, 2 de agosto de 2007

Héroe


Según la real academia de la lengua es:
“2. Hombre que lleva a cabo una acción heroica.”


No se puede menos que elogiar a Gustavo Moncayo quien desde el 17 de junio inició una travesía de mas de 1087 kilómetros desde Sandoná (Nariño) hasta Bogotá; el largo recorrido del padre del suboficial secuestrado Pablo Emilio Moncayo, quien lleva secuestrado por las farc hace 10 años, hace que nuestro sentimiento patrio se renueve y todos clamemos por una salida negociada al conflicto, la verdad no estoy de acuerdo con un intercambio humanitario, me parece que la gente no tiene precio y que al “intercambiarlos” le ponemos una etiqueta valorizada a cada policía, soldado, o simplemente a cada ciudadano.

Pero este hombre, que es un colombiano mas, nos demuestra que con resistencia pacifica se pueden cambiar paradigmas y que una convicción mueve multitudes, creo firmemente que tanto los secuestrados, como los familiares de ellos, como todos nosotros necesitamos poder dormir tranquilos cada noche en nuestra casa, abrazando a nuestra familia, conociendo a nuestros hijos y viendo a nuestros padres y abuelos envejecer tranquilamente, desgraciadamente tanto el estado como el grupo terrorista que tiene secuestrados a esta gran cantidad de personas solo nos ven como fichas de un ajedrez, donde nadie quiere perder su, supuesta, posición dominante.

Profesor Moncayo, hoy usted no es un profesor de un pueblo en Nariño, hoy usted es un maestro que le enseña a Colombia que vale la pena vivir en este país, que existe la esperanza, y que el amor de un padre nunca es lo suficientemente grande, a mi me enseña que este desangre fratricida que nos asesina poco a poco, no solo se refiere a lo que veo todos los días en televisión como un lejano conflicto y que la frase esa famosa “que la guerra nos esta afectando a todos” es verdad, usted a través de su tragedia personal ha logrado que el mundo, pero mas importante aun, que Colombia misma se entere que sus hijos se están muriendo en las selvas o secuestrando o secuestrados y que así no vale la pena vivir.

Profesor Moncayo siga en su búsqueda, pero en el camino no se olvide de Colombia, de sus hijos, y de que el principal enemigo que se debe derrotar, es la indiferencia nuestra, la indiferencia de este pueblo ingrato que entierra en vida y que condena al destierro a sus hijos.